Homosexualidad: por decisión, no genética

Homosexualidad: por decisión, no genética

Una de las muchas maneras que Dios ha demostrado Su amor hacia nosotros es por medio de darnos libre albedrío. Cada uno de nosotros tiene la libertad para decidir cuál camino tomar en la vida. Dios también dio a conocer amorosamente Su voluntad para que pudiéramos decidir seguir aquellas instrucciones que conducen a Sus bendiciones y cuidado. Él hizo esto por medio de darnos Su Palabra, la cual provee un conocimiento de Él y de todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad. Esto incluye un entendimiento de Su voluntad en cuanto a la homosexualidad.

Hoy día en la sociedad, hay una creciente creencia que la homosexualidad es por genética, que la orientación sexual de una persona es algo con la cual ya se nace y que no es por su decisión. Esta suposición genera confusión en los corazones de muchas personas, incluyendo los cristianos, porque la Biblia enseña claramente que la homosexualidad es pecado, asociándola con comportamientos de lujuria y de error.


Romanos 1:27:
y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.

Si la homosexualidad fuera por genética y no por la decisión de la persona, entonces un homosexual estaría destinado por Dios a una vida de error y de pecado. Hechos 10:34 nos dice que «Dios no hace acepción de personas»; así que sabemos que Él no le daría a una persona ventaja sobre otra por medio de darle a una persona libre albedrío y a otra ninguna alternativa.

Dios estableció el patrón para la orientación sexual con el primer hombre y la primera mujer.


Génesis 2:24:
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

La verdad de Dios es que un hombre debe unirse a su mujer. Dios también quiere que el hombre viva gozosamente con su mujer.


Eclesiastés 9:9:
Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.

Parte de vivir con gozo como esposo y esposa es tener una relación sexual.


Proverbios 5:18,19:
Sea bendito tu manantial,
Y alégrate con la mujer de tu juventud,
Como cierva amada y graciosa gacela.
Sus caricias te satisfagan en todo tiempo,
Y en su amor recréate siempre.

La verdadera satisfacción sexual sólo se encuentra dentro de los límites de la Palabra de Dios; sin embargo, el Diablo, quien es el padre de mentira (Juan 8:44), es un parasito. Él se pega de lo bueno que Dios ha establecido para las verdaderas bendiciones en la vida. Dios hizo al hombre y a la mujer con un deseo de compañerismo y de sexo. El adversario trata de usar esos deseos para incitar a las personas a alejarse de Dios y de Su diseño para las relaciones sexuales.

Romanos 1 agrupa a la homosexualidad con la idolatría.


Romanos 1:25-27:
ya que cambiaron
[hombres impíos e inmundos] la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,
y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.

La expresión «los entregó» en el versículo 26 significa «los transfirió al poder de otro». Cuando hombres y mujeres deciden cambiarse de la verdad del diseño de Dios de las relaciones sexuales, llegan a ser atrapados por el Diablo en un estilo de vida «alternativo» que es contra naturaleza. En ese momento, pueden comenzar a pensar que no tienen sentido alguno de decisión en cuanto a su orientación sexual, porque están cautivos por el Diablo a su voluntad. Dios hace disponible el libre albedrío; el Diablo controla y atrapa.


II Timoteo 2:26:
y escapen
[se despierten a la sobriedad] del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

Aquellos que han sido cautivos pueden someterse a Dios, y pueden resistir al Diablo, y él huirá de ellos (Santiago 4:7). Dios nos da a todos la habilidad de controlar nuestro modo de pensar y vencer pensamientos e influencias negativas.


II Corintios 10:5:
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

Los métodos del Diablo no son nuevos. La ciudad de Corinto del primer siglo fue notoria por su inmoralidad sexual.


I Corintios 6:9,10:
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.

En el versículo 9, el Aramaic-English Interlinear New Testament [Nuevo Testamento interlineal arameo-inglés] traduce «ni los afeminados, ni los que se echan con varones» como «ni corruptos ni homosexuales». Estos corintios habían escogido un estilo de vida de idolatría, lujuria sexual y el error de las relaciones homosexuales. Sin embargo, como vemos en el versículo 11, algunos cambiaron de dirección y escogieron el camino de Dios de perdón y santificación.


I Corintios 6:11:
Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

Y estos eran algunos de ellos, pero cambiaron. Fueron limpiados espiritualmente y cambiaron su modo de pensar a la verdad de la Palabra de Dios en cuanto a su orientación sexual. Todas las cosas fueron hechas nuevas para estos creyentes de Corinto.


II Corintios 5:17:
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

La homosexualidad no es por genética; es por la decisión de libre albedrío de la persona. ¡Dios le da a todos la libertad para decidir cuál dirección tomar y Él amorosamente mantiene abierto Su camino de abundancia y poder para transitarlo!

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