Vivir con acción de gracias

Vivir con acción de gracias

Recién graduado de la secundaria, me dieron un trabajo que me gustaba mucho. Era un trabajo de oficina en el centro de mi ciudad favorita. Pagaba un buen salario, recibí entrenamiento en el mismo trabajo, mi jefe era amable y justo, y mis compañeros de trabajo eran un placer. ¡Estaba muy feliz de ir a trabajar cada día! HASTA QUE…un día me enteré que un trabajador recién contratado recibía un salario mayor que el mío. Mi actitud feliz desapareció y me enojé. Pensé: «¡La gerencia me debe un aumento! Por lo menos tengo derecho a lo que ella está ganando. De hecho, merezco un horario con más tiempo para el almuerzo y más días libres…» Un empleado de mayor edad, más sabio, escuchó mis quejas y me llevó a un lado para recordarme que me estaban pagando lo que yo había acordado—¡y que tenía un buen trabajo para un recién graduado de bachillerato sin ninguna experiencia previa de trabajo! Me dijo: «¿No es algo por lo cual estar agradecido? Después de todo, realmente no podemos compararnos con otros en el personal de trabajo». Me gustó su lógica y yo estaba feliz nuevamente.

Ahora, cuando reflexiono acerca de esos días, me doy cuenta que nada en el trabajo había cambiado. Seguía siendo un gran trabajo con buena paga y maravillosos compañeros de trabajo. Nada había cambiado excepto yo. Yo había cambiado mi actitud de demanda por una actitud de agradecimiento. Las palabras de mi compañero de trabajo me ayudaron en ese momento y varios años más tarde aprendí algunas de las sólidas verdades Bíblicas tras sus palabras.

Si no tenemos cuidado de guardar nuestros pensamientos, podemos pensar que «se nos debe» más de lo que ya tenemos—por parte del gobierno, de otras personas, ¡incluso de Dios! Pero la verdad es, Dios nos colma cada día de beneficios. Simplemente le podemos agradecer a Él por las bendiciones y los beneficios que Él nos provee cada día.


Salmos 68:19:
Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios.
El Dios de nuestra salvación. Selah.

¡Damos gracias a Dios porque Él nos colma cada día de beneficios! Miremos cuáles son sólo algunos de estos beneficios.


II Corintios 9:15:
¡Gracias a Dios por su don inefable!

Como creyentes renacidos, podemos estar agradecidos por el don de Cristo en nosotros, el nuevo nacimiento que Dios hizo disponible, y todo lo que eso conlleva para nosotros.


I Corintios 15:55,57:
¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Podemos estar agradecidos por la victoria que tenemos sobre la muerte y el sepulcro por medio de nuestro Señor Jesucristo.


II Corintios 9:8,11:
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Podemos dar gracias a Dios por hacer que abunde en nosotros toda gracia a fin de que siempre tengamos en todas las cosas lo suficiente. Y eso nos permite abundar «para toda buena obra».

Una manera como podemos disfrutar los beneficios que Dios tiene para nosotros en cualquier categoría de la vida es mantener una actitud de agradecimiento hacia Él.


Salmos 107:21:
Alaben la misericordia de Jehová,
Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.


Efesios 5:20:
Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.


Hebreos 13:15:
…ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

Y miren que ocurre cuando le oramos a Dios con acción de gracias—podemos hacer que la paz de Dios guarde nuestros corazones y pensamientos.


Filipenses 4:6,7:
Por nada estéis afanosos
[ansiosos], sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará
[protegerá] vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Mantengamos nuestros corazones y pensamientos agradecidos por las muchas bendiciones que Dios suple y por los beneficios con los que Él nos colma cada día. A medida que hacemos esto, estaremos reconociendo a Dios en todos nuestros esfuerzos, y tendremos nuestros corazones y pensamientos en paz porque estamos viviendo con acción de gracias.

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