¿Cuándo comienza la vida humana?

¿Cuándo comienza la vida humana?

Aquí está la respuesta a una pregunta que se hace con frecuencia: «¿Cuándo comienza la vida humana?» Una creencia es que la vida humana comienza al momento de la concepción, pero de acuerdo con la Palabra de Dios correctamente dividida, el momento de la concepción es el momento cuando comienza el potencial para la vida humana. El potencial para la vida humana debe ser separado lógica y claramente de aquello que es la misma vida humana en sí. Al momento de la concepción, cuando un solo espermatozoide de un varón, de las no menos de quinientas millones de posibilidades, se une con un óvulo de una hembra, esa todavía no es la vida humana a la cual se refiere la Palabra de Dios. La concepción es sólo el comienzo, el potencial para la vida humana. La vida humana, de acuerdo con Dios y Su Palabra, comienza con el primer respiro natural después que nace el bebé. Cuando un ser humano respira por su cuenta, entonces Dios lo llama un «ser viviente». Este es el momento cuando comienza la vida humana. Génesis 2:7 lo declara claramente:


Génesis 2:7:
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

El hombre llegó a ser un ser viviente cuando Dios sopló en su nariz aliento de vida. No fue un «ser viviente» antes. Un embrión o un feto puede ser considerado un ser, pero no un «ser viviente». Cuando un feto toma su primer aliento, llega a ser un ser viviente. Consideremos: ¿Cuándo termina la vida humana? Termina con el último aliento. Así que, ¿Cuándo comienza la vida humana? Con el primer aliento.

La vida de alma está en la sangre (Levítico&nbps;17:11: «Porque la vida de la carne en la sangre está….») y es transmitida a la próxima generación cuando el espermatozoide impregna el óvulo al momento de la fertilización. Luego en el nacimiento, cuando el niño toma su primer aliento, él llega a ser un ser viviente independiente. El aliento de vida al momento de nacer inicia una serie de cambios vitales en los sistemas cardiovasculares y pulmonares de un recién nacido, a fin de poder mantener independientes de la madre, las funciones de vida de ese niño. El aliento de vida ocurre una vez que el niño aspira por su nariz o boca, no a través de la conexión con la madre. El que no ha nacido aún no respira por su cuenta en el vientre y por lo tanto no puede recibir el aliento de vida, el cual es el factor determinante para ser llamado un ser viviente.

Lo que se desarrolla en el vientre es vida como un apéndice del cuerpo de la madre; es un ser viviente una vez que nace y respira por su cuenta. Y cuando una persona toma su último respiro, su alma se ha ido, su vida terminó (Salmos 146:4).

Otro versículo de las escrituras que nos ayuda a separar lógica y claramente el potencial para la vida humana, de la vida humana en sí, está en Lucas 1. Aquí fue cuando el ángel Gabriel le reveló a María que ella sería la madre de Jesús, nuestro salvador, por medio del Espíritu Santo, queriendo decir Dios. Note cómo el ángel se refirió al que todavía no había nacido.


Lucas 1:35:
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

El mensajero de Dios, el ángel Gabriel, llamó a Jesucristo «Santo Ser» antes de que naciera. Las palabras «Santo Ser» representan una sola palabra en griego, la cual está en el género neutro, no en el masculino. Mientras Jesucristo estaba en el vientre, aún no era considerado un ser humano, sino un «Santo Ser».

Cuando permitimos que Dios por medio de Su Palabra defina nuestros términos, queda claro que el ser que todavía no ha nacido no es un ser humano, porque «la vida de aliento» aún no ha comenzado.

¿Cuándo comienza la vida humana? Con el primer aliento.

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