Poco tiempo después de que Jesús ascendiera al cielo, dos ángeles aparecieron a los apóstoles diciendo: «…Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo» (Hechos 1:11). Saber que Jesucristo vendrá nuevamente es vital para el andar del creyente renacido. Nos da paciencia, resistencia y consolación. Ésta es la Esperanza del creyente, y Bíblicamente, «esperanza» se refiere aquello que es futuro.
Hay dos partes en el retorno de Cristo. Primero, Cristo regresa por su Iglesia—los santos, los creyentes renacidos en el Cuerpo de Cristo—en la gran reunión. Sencillamente va a reunir a los que murieron y los que están vivos de la Iglesia del Cuerpo. Luego, Cristo regresa con sus santos, aquellos que ha reunido, para que participen de los eventos registrados en el Libro de Apocalipsis cuando ocurran las resurrecciones de los justos y de los injustos. Exploremos el orden de los eventos con relación al retorno de Cristo por sus santos—los creyentes renacidos—en la gran reunión.
De acuerdo con I Corintios 15:20, Cristo es «primicias de los que durmieron», refiriéndose a aquellos que han muerto. Él fue la primera persona que ha sido resucitada de los muertos para nunca volver a morir. Hasta que Cristo retorne, todas las demás personas están sujetas a morir y a corromperse en la tumba. Pero aquellos que han muerto en Cristo, que no tienen conciencia, serán levantados cuando Cristo retorne.
I Tesalonicenses 4:14:
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron [estén muertos] en él.
Saber que Dios levantó a Jesús de los muertos es clave para nosotros creer que Dios nos levantará a nosotros cuando Cristo retorne.
I Corintios 6:14:
Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.
I Corintios 15:23:
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
Jesucristo fue levantado primero. Luego de eso, hay un orden en cuanto a cuándo los muertos serán levantados, y no comenzará sino hasta que Cristo retorne. No ocurre el día que uno muere. Sucede de acuerdo con el horario de Dios. Los muertos están muertos hasta que Jesucristo regrese. No sabemos cuándo regresa; solo sabemos que él sí regresa.
No solo serán levantados los muertos cuando Cristo retorne, sino que habrán presentes creyentes vivos presentes y ellos serán cambiados.
I Corintios 15:52,53:
en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados [levantados] incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
La palabra en griego traducida «momento» es átomos, de donde obtenemos la palabra en español átomo, y denota la porción mas pequeña posible de tiempo; sucede muy rápidamente. «Abrir y cerrar» cuando se trata de los ojos quiere decir un guiño. Un guiño pasa rápidamente también; el párpado baja y el párpado sube. Imagínense el párpado baja y los muertos son levantados y el párpado vuelve a subir y los vivos son cambiados. Esto sucede en un momento.
Los cuerpos de los muertos, que son corruptibles, serán levantados incorruptibles con cuerpos nuevos que nunca morirán o descompondrán. Y en ese momento, aquellos creyentes que estén vivos serán cambiados—serán vestidos de inmortalidad.
I Tesalonicenses 4:16,17:
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán [se levantarán] primero.
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Jesús fue la primera persona levantada de los muertos para nunca volver a morir. Cuando Jesucristo retorne en la gran reunión, los muertos en Cristo serán levantados incorruptibles y aquellos creyentes renacidos que aún estén vivos serán cambiados.
Como creyentes renacidos, tenemos esta futura esperanza del retorno de Cristo por sus santos—la gran reunión. Saber esto es una motivación vital para nuestro andar como creyentes. Nos da paciencia, resistencia y consolación. ¡Nosotros anticipamos ese día!