Josué es un excelente ejemplo de alguien que estuvo firme por Dios. Él enfrentó muchos obstáculos que parecían insuperables con victorias prevalecientes. Sin desalentarse por el tamaño del obstáculo que lo retaba, ni por la cantidad de enemigos que enfrentó, Josué logró extraordinarias proezas. Esto no sucedió por medio de su propia fuerza o habilidad sino por el poder del Dios Todopoderoso. Confiando en Dios, Josué tomó acción conforme a Sus promesas. Él demostró claramente que estar firme por Dios requiere de confiar en Dios.
Josué no era un líder espiritual y militar fuerte desde su nacimiento; sino mas bien creció y desarrolló su confianza en Dios a través de un periodo de tiempo. Él pasó cuarenta años sirviendo junto a Moisés; y durante ese tiempo Moisés le asignó varias responsabilidades, las cuales ayudaron a Josué a alcanzar fortaleza y a desarrollar su confianza en Dios. Finalmente, cuando la muerte de Moisés estaba cerca, Dios instruyó a Moisés para que llevara a Josué al tabernáculo para que se le diera a Josué el cargo de guiar a los hijos de Israel.
Deuteronomio 31:7,8:
Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.
Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.
Dios le dijo a Moisés que ordenara a Josué y que le hiciera saber claramente al pueblo que Josué sería su líder en lugar de Moisés. Cuando Moisés murió, pasaron las riendas del liderazgo a Josué. Además de las palabras que Moisés habló como se registra en Deuteronomio, Dios mismo alentó a Josué a ser fuerte y valiente.
Josué 1:9:
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
¿Por qué podía Josué esforzarse y ser valiente? Porque «Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas». Josué no guiaría a los hijos de Israel con su propia fuerza o habilidad, sino con el poder y la fortaleza de Dios. Esto requería de su confianza en Dios. Estar firme por Dios requiere confianza en Dios. Josué creció y se desarrolló para pudiera mantener su confianza en Dios en toda situación desafiante.
Josué se mantuvo firme por Dios por medio de confiar que Dios le ayudaría a guiar a los hijos de Israel al cruzar el río Jordán y estar en la Tierra prometida. Dios le dio a Josué instrucciones específicas para llevar a cabo para ser victorioso en esta situación muy desafiante. Los sacerdotes habían de tomar el arca del pacto y caminar y entrar en el río Jordán, el cual en ese tiempo estaba desbordando por sus orillas. Solo cuando los pies de los sacerdotes eran «mojados a la orilla del agua», el agua se detenía (Josué 3:15).
Josué 3:17:
Mas los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán; y todo Israel pasó en seco.
Esto ciertamente requirió de creencia enfocada y confianza en las promesas de Dios. El resultado fue que Dios no solo detuvo el agua que ya se desbordaba, sino que también hizo que el fondo del río se secara para que los hijos de Israel pasaran. Estar firme por Dios muchas veces no es la ruta mas fácil de tomar, pero sí es la ruta a la victoria prevaleciente. Josué se mantuvo firme en la promesa de Dios, confiando en Él con todo su corazón. Y Dios hizo Su parte: Él partió el río e hizo que el fondo se secara para que los hijos de Israel pasaran.
Hubieron muchas situaciones en las que Josué estuvo firme por Dios por medio de confiar en Él. Él guió a los hijos de Israel cuando el muro de Jericó se derrumbó, para que él y su ejército pudieran tomar la ciudad (Josué 6:20). Él los guió en la batalla contra los amorreos cuando cayeron grandes piedras de granizo para vencer a su enemigo. Fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada (Josué 10:11). Josué incluso hablo a Jehová y el sol se detuvo hasta que los hijos de Israel se vengaron de sus enemigos (Josué 10:12,13). ¡Qué gran hombre fuerte fue para Dios! Josué tomó acción, permaneciendo firme y denodado, a medida que confiaba plenamente en Dios y en Su Palabra.
Hay momentos en que nosotros también somos confrontados por obstáculos que nos desafían. Quizá las probabilidades están en contra de nosotros y parezca imposible movernos hacia adelante. Josué estableció un maravilloso ejemplo para nosotros seguir. Él demostró claramente que estar firme por Dios requiere de confiar en Dios. A medida que enfrentamos retos u obstáculos, determinemos en nuestro corazón que vamos a estar firmes por Dios como Josué. ¡A medida que confiamos en Dios con todo nuestro corazón, también prevaleceremos con victoria!