Colosenses 1:9,10:
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual.
para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.
Para que estos versículos lleguen a ser una realidad, hay principios básicos que al ser aprendidos y aplicados pueden ayudar a todo creyente renacido a andar digno del Señor, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios. Durante los próximos meses, consideraremos cinco de estos principios: leer y estudiar la Palabra; testificar; orar; tener comunión con creyentes de un mismo sentir; y dar y recibir. Cada uno de estos nos ayudará a estar llenos del conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual. Veremos cómo podemos obtener provecho individualmente y como una casa, por medio de integrar estos principios básicos a nuestras vidas, y también veremos por qué cada uno es beneficioso.
Comenzaremos con «¿Por qué leer y estudiar la Palabra de Dios?» La respuesta sencilla a esta pregunta es: porque Dios nos dice que debemos hacerlo y porque beneficiará nuestras vidas abundantemente.
Santiago 1:21:
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
La palabra «salvar» en este versículo significa «hacer completo o íntegro». Dios desea que cada creyente sea hecho completamente íntegro en cada manera, y leer y estudiar Su Palabra trae esta calidad de completo.
Salmos 119:105:
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
Salmos 119:130:
La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.
Salmos 33:11:
El consejo de Jehová [la Palabra de Dios] permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
La Palabra de Dios da luz, y expresa los pensamientos de Su corazón—Su voluntad. Muchas personas quieren saber cuál es la voluntad de Dios. La Palabra revelada de Dios es la voluntad de Dios. Podemos conocer Su voluntad y traer la luz de Su Palabra a nuestras vidas por medio de cada día tomar tiempo para leer Su Palabra.
Dios también nos alienta a estudiar Su Palabra, lo cual nos ayuda a apropiarnos de Ella y estar convencidos de Ella.
II Timoteo 2:15:
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
Los siguientes son sólo algunos de los beneficios de leer y estudiar la Palabra de Dios. Nos ayuda a:
- tener el mismo sentir de Cristo (Filipenses 2:5)
- entender el conocimiento del Misterio (Efesios 3:4)
- ser transformados por medio de la renovación de nuestra mente (Romanos 12:2)
- estar siempre preparados para presentar la verdad a aquellos en necesidad (I Pedro 3:15)
Primero que nada leer y estudiar la Palabra de Dios nos bendice a nosotros mismos a medida que aprendemos acerca del poder y la habilidad que están disponibles a los creyentes renacidos. Luego en nuestras relaciones con otros, aprendemos cómo andar en amor los unos hacia los otros de acuerdo con esa Palabra; y estamos preparados para edificar con la Palabra que hemos puesto en nuestra mente. Cada minuto que pasamos leyendo y estudiando la Palabra de Dios nos puede alentar y fortalecer para vivir poderosa y abundantemente para Él y andar como es digno del Señor, agradándole en todo.
Ya hemos comenzado a ver por qué leemos y estudiamos la Palabra de Dios.