¿Le gustaría desarrollar una mentalidad que pueda ayudarle a vencer retos que aparezcan en su camino? Cuando los retos aparecen, siempre podemos escoger: permitir que las circunstancias nos controlen y nos venzan, o vencer las circunstancias con la Palabra de Dios. Estar condicionado por la Palabra y no controlado por las circunstancias nos ayuda a vencer los retos de la vida.
En I Samuel 25, el relato de Abigail nos provee una ilustración vívida de una mujer que venció los retos por medio de permitir que la Palabra de Dios dominara su modo de pensar y no permitir que las circunstancias la vencieran. Tomemos un retrato de la vida de Abigail y las circunstancias adversas que la rodeaban.
I Samuel 25:3:
Y aquel varón se llamaba Nabal, y su mujer, Abigail. Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia, pero el hombre era duro [rudo, cruel] y de malas obras; y era del linaje de Caleb.
Sus circunstancias no eran favorables—ella estaba casada con un hombre mundano y cruel. Sin embargo, Abigail no permitió que esto la detuviera de enfocarse en Dios y Su Palabra. Ella era una mujer de «buen entendimiento»—ella eligió hacer que la Palabra de Dios tuviera preeminencia en su mente.
También encontramos en este capítulo otro reto arrollador que enfrentó Abigail—¡su casa estaba siendo amenazada por David y su banda de como seiscientos hombres!
David y sus hombres estaban en exilio y huían del rey Saúl (I Samuel 23). Mientras estaban en el desierto, apacentaban y protegían las ovejas y sirvientes de Nabal. Por lo tanto, David envió una petición a Nabal pidiendo provisiones para sus hombres (I Samuel 25:5-8). Nabal rehusó rudamente proveerle ayuda; así que, David determinó atacar a la casa de Nabal (I Samuel 25:10-13).
Abigail supo de este encuentro y de las intenciones de David de atacar. En vez de encogerse en miedo y permitir que las circunstancias controlaran su comportamiento, Abigail se asió firmemente de la Palabra de Dios y tomó acción con creencia. Ella rápidamente recogió comida y vino, y personalmente fue a encontrarse con David y sus hombres; ella humildemente ofreció una disculpa por el comportamiento imprudente de su esposo. Con su buen entendimiento, habló palabras ganadoras a David y detuvo su venganza contra su esposo (I Samuel 25:18-35).
No mucho después de este encuentro, se murió Nabal. Luego David envió por Abigail y le pidió que fuese su esposa (I Samuel 25:38,39). Su buen entendimiento del corazón de Dios y su mentalidad determinada trajo liberación a David y a su casa. Y Dios la liberó—ella llegó a ser la esposa de David, un hombre conforme al corazón de Dios.
Nosotros también podemos desarrollar una mentalidad determinada, condicionada por la Palabra, que nos ayude a vencer los retos que aparezcan en nuestro camino. Romanos 12 contiene muchas claves prácticas para ayudarnos a llegar a estar condicionados por la Palabra y no controlados por las circunstancias. La mente renovada es una de esas claves.
Romanos 12:2:
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Si vamos a estar condicionados por la Palabra y no controlados por nuestras circunstancias, entonces es imperativo que nos transformemos—nos cambiemos en condición, en naturaleza o carácter—por medio de renovar nuestras mentes a la Palabra de Dios.
Otra clave que se encuentra en Romanos 12 es seguir las cosas que son moralmente buenas (Romanos 12:9), las cuales la Palabra de Dios define más adelante. Romanos 12:10 y 11 nos dicen que hemos de tratarnos unos a otros con amor en la casa de Dios y poner un esfuerzo de corazón en vivir para Dios.
Podemos orar también.
Romanos 12:12:
…sufridos [pacientes] en la tribulación; constantes en la oración.
Podemos soportar con paciencia la presión, constantes en la oración. La oración nos ayuda a mantener nuestro enfoque en Dios y no en las circunstancias.
Otra clave de estar condicionado por la Palabra y no controlado por las circunstancias es no permitir que nuestras emociones controlen nuestro comportamiento y causen que reaccionemos a otros que tal vez nos hayan hecho mal. A cambio, podemos escoger bendecirnos unos a otros con amor (Romanos 12:14,19,20). Elegir amor en vez de hostilidad puede aplacar la ira y malicia de otros, así como la bendición de Abigail hacia David y sus hombres previno que David se vengara.
Romanos 12 culmina con otra maravillosa clave para ayudarnos a enfrentar retos y obstáculos con confianza:
Romanos 12:21:
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Siempre tenemos alternativas que escoger. Escojamos mantenernos condicionados por la Palabra y vivir por encima de las circunstancias y los retos de la vida. Como nuestra heroína, Abigail, no nos permitimos ser vencidos de (o por) lo malo, sino escogemos vencer con el bien el mal. Podemos enfrentar cada reto en la vida con el vigor de la mente renovada—¡aun si sentimos como si no pudiéramos escaparnos de la situación! No nos encojemos en miedo; al contrario, mantenemos nuestras mentes y nuestros corazónes firmes en la Palabra y vivimos como Romanos 12 nos instruye y como nos muestra la vida de Abigail. A medida que somos condicionados por la Palabra y no controlados por las circunstancias, sí podemos vencer cualquier reto en la vida.