¿Qué hace que valga la pena confiar en algo? Pongamos como ejemplo un banco—¿por qué confío en mi banco? Una razón es que con los años, mi banco me ha demostrado que es fiel para llevar a cabo lo que él promete que llevará a cabo. Constantemente cumple su palabra. Pero, ¿eso significa que puedo confiar absolutamente en mi banco sin importar lo que pase? No. Aun los bancos han sido poco confiables debido a que por ciertas circunstancias no siempre han podido cumplir su palabra. ¿No sería consolador poder confiar en algo o en alguien que siempre sea fiel? ¡Sí podemos! Siempre vale la pena confiar en el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo porque Su fidelidad nunca es afectada por las circunstancias. Él es el Dios de la fidelidad. Y a medida que mejor comprendemos cuán fiel es Dios, estaremos más alentados a confiar en Él sin importar lo que pase.
La Palabra de Dios declara que Él es un Dios fiel Quien siempre cumplirá Su Palabra. En Deuteronomio 32:4 encontramos una descripción de Su naturaleza fiel.
Deuteronomio 32:4:
El [Dios] es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él.
En la versión Reina Valera, este versículo dice que Él es «Dios de verdad». Esta palabra «verdad» se traduce de la palabra hebrea emuná, que significa «fidelidad». En la versión Reina Valera emuná es traducida «fidelidad» catorce veces. Y en algunas otras versiones de la Biblia, emuná también es traducida como «fidelidad» en Deuteronomio 32:4.
Deuteronomio 32:4 [The Amplified Bible, La Biblia ampliada en inglés]:
El es la Roca, Su obra es perfecta, porque todos Sus caminos son ley y justicia. El Dios de la fidelidad Quien siempre cumple y no cambia, justo y recto es Él.
Tenemos un Dios de la fidelidad Quien siempre cumple y no cambia. Los sistemas hechos por el hombre a veces pueden fallar en cumplir sus promesas, pero no Dios. Podemos confiar en Él siempre. ¡Qué gratificante es saber que en medio de un mundo lleno de incertidumbre, siempre vale la pena confiar en Dios!
Al aprender más detalles sobre la fidelidad de Dios, más nos alentamos a confiar en Él sin importar las situaciones que enfrentemos. Durante mi tiempo en residencia del entrenamiento de The Way Corps, comprobé para mí mismo cuán fiel es nuestro Dios. Aproximadamente un mes antes que mis compañeros y yo estuviésemos listos para hacer nuestro muy anticipado viaje al Campamento Gunnison, sufrí una dolorosa lesión en mi pie. Repentinamente comencé a temer que dada mi condición, quizá no podría ir al campamento. Necesitaba ayuda y la necesitaba pronto. Después de hablar con un amigo, inmediatamente me di cuenta que gran parte de lo que necesitaba era recordar la Palabra de Dios donde Él promete que Él es el Dios de la fidelidad. Así que, leí versículos como estos:
Deuteronomio 7:9:
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones.
Salmos 119:90:
De generación en generación es tu fidelidad; Tú afirmaste la tierra, y subsiste.
I Corintios 1:9:
Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
I Tesalonicenses 5:24 [The Amplified Bible, La Biblia ampliada en inglés]:
Fiel es Aquel Quien os llama [a Sí mismo] y es absolutamente digno de confianza, y Él también lo llevará a cabo [cumplirá Su llamamiento por medio de santificarte y guardarte].
Después de leer sobre la fidelidad de Dios, me di cuenta que no tenia ninguna razón para dudar que Él no cumpliría Su Palabra. Cuando permití que las circunstancias de mi lesión nublaran mi mente, pasé por un momento difícil, pero a medida que me mantenía leyendo sobre Su fidelidad, me alenté a poner mi confianza absoluta en Él. Accioné físicamente de la mejor manera que conocía y luego confíe que Dios haría el resto. ¿Saben que ocurrió? Cuando llegó la hora de viajar al Campamento Gunnison, mi pie se había sanado completamente. ¡Qué maravilloso recurso es la Palabra para nosotros al conocer más sobre nuestro Dios!
Mientras más entendemos a Dios, más nos daremos cuenta que siempre podemos confiar en Él porque Él siempre es fiel a Su Palabra. ¿No es consolador saber que tenemos un Dios en el cual podemos confiar siempre? Como hombres y mujeres que hemos decidido poner toda nuestra confianza en el único Dios verdadero, nunca tenemos que preguntarnos si nuestro Dios es capaz de cumplir Su Palabra. Cuando leemos la Palabra de Dios, podemos ser alentados y alentar a otros a confiar en nuestro Dios fiel, recordando que Él no puede defraudarnos, y Él nunca lo hará.