¿Alguna vez ha notado cuántas canciones de amor hay? ¡El amor es ciertamente un tema de interés! Aunque son muy pegajosas y entretenidas, algunas de estas canciones proveen consejos contradictorios sobre cómo comenzar y mantener una relación romántica. En contraste, la Palabra de Dios provee consejo sabio, claro y constante para mantener una relación matrimonial exitosa. La Palabra de Dios muestra que dos elementos esenciales para un matrimonio conforme a Dios son amor y respeto. Tanto el esposo como la esposa contribuyen estos dos elementos, pero el Libro de Efesios explica que el enfoque del esposo es amar a su esposa, y el enfoque de la esposa es respetar a su esposo.
Efesios 5:33:
Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
Al esposo se le dice que ame a su esposa; él es primeramente responsable del amor en un matrimonio. En Efesios 5:25, el amor que él debe mostrar a su esposa es comparado con el amor que Cristo tuvo por la Iglesia, refiriéndose a aquellos de Israel quienes creyeron durante su ministerio en la tierra. Es un gran amor.
Efesios 5:25-27:
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Jesucristo verdaderamente amó a la gente de Dios; así que, se dio a sí mismo en servicio a ellos. Él se quedó despierto hasta tarde por la noche sanando personas (Marcos 1:32-34); también trajo paz a sus discípulos haciendo cosas como calmar la gran tempestad en el mar cuando tenían miedo (Marcos 4:37-39). ¡Qué gran ejemplo para los esposos imitar! La Palabra de Dios también establece que los esposos deben amar y cuidar a sus esposas, así como aman y cuidan a sus propios cuerpos.
Efesios 5:28,29:
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia.
El esposo primero da y ama, y su esposa responderá. Una manera como mi esposo me ama y me cuida es por medio de escribirme notas de amor y apreciación. Sus palabras amorosas me alientan para dar mi mejor esfuerzo para Dios y para él. Cualquiera que sea la manera que un esposo tenga para nutrir y cuidar a su esposa, al hacerlo enternecerá el corazón de ella y la inspirará a respetarlo más y más.
La última parte de Efesios 5:33 declara: «…y la mujer respete a su marido». El diseño de Dios es que la mujer respete, o reverencie, a su marido. Una vez que una mujer se casa, ella se ha comprometido a ese hombre. Junto con eso viene el dar respeto para honrar y tener en estima a su esposo. The Amplified Bible, La Biblia Ampliada en inglés, traduce esta parte de Efesios 5:33 así: «…y mire la mujer que ella respete y reverencie a su esposo [que ella se dé cuenta de él, lo aprecie, lo honre, lo prefiera a él, lo venere y lo estime; se sujete a él, lo alabe, y lo ame y admire extremadamente]». Todas estas acciones están involucradas en la contribución que hace la esposa con su respeto. Ella cree lo mejor de su esposo, esperando que él esté en lo correcto, que ande con Dios y viva la Palabra.
Mi esposo es alguien que yo espero que esté en lo correcto. Debido a que yo lo respeto como un hombre que está firme por Dios, es fácil para mí creer que Dios obra en él para tomar las mejores decisiones. Vi los beneficios grandemente de respetar a mi esposo cuando decidió contratar una compañía constructora para reparar los cimientos de nuestra casa que goteaban. Al principio yo no quería emprender un proyecto de construcción tan costoso e inconveniente. Mi esposo me escuchó y consideró mis inquietudes, pero a la final yo accedí a respetar su decisión final. Él decidió comenzar esta reparación inmediatamente. No había pasado una semana de haber completado los nuevos cimientos de la casa, cuando nuestro pueblo experimentó torrenciales aguaceros que llevaron a la inundación más grande en más de cien años, la cual dañó muchos sótanos de nuestro vecindario. ¡Pero ni una gota de agua se filtró en nuestro sótano! Estaba tan impresionada que Dios había obrado en mi esposo para programar la renovación tan pronto como fue posible. ¡El tiempo fue perfecto! Estoy muy contenta que decidí respetar la decisión de mi esposo.
El diseño de Dios para un matrimonio conforme a Él incluye el amor del esposo y el respeto de la esposa. Estos dos elementos vitales contribuyen grandemente a un matrimonio lleno de bendiciones y fortaleza, año tras año. ¡Qué maravilloso es entender el consejo sabio de Dios para un matrimonio dulce y exitoso!