¿Por qué orar?

¿Por qué orar?

La oración es una parte esencial de vivir la vida sobreabundante. I Tesalonicenses 5:17 establece una maravillosa meta para el creyente renacido.


I Tesalonicenses 5:17:
Orad sin cesar.

Orar sin cesar es una exhortación para nosotros orar en cada oportunidad que tengamos. ¿Por qué quiere Dios que oremos en cada oportunidad?

Para ayudarnos a responder esa pregunta, consideremos algunos propósitos para orar por medio de enfocarnos en estos cuatro aspectos enumerados en I Timoteo 2:1:


Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres.

En este versículo, encontramos: (1) «rogativas», la cual enfatiza las peticiones específicas hechas a Dios por necesidades; (2) «oraciones», las cuales son para devoción personal y alabanza a Dios; (3) «peticiones», las cuales son oraciones en nombre de otros, y (4) «acciones de gracias», las cuales enfatizan una actitud de agradecimiento.

El primer propósito para orar que examinaremos es pedirle a Dios por cosas específicas de necesidad. Hay promesas en la Palabra de Dios acerca de este aspecto de la oración.


Filipenses 4:6:
Por nada estéis afanosos
[ansiosos], sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.


Juan 14:13,14:
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre,
[yo, Jesucristo] lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.


I Juan 5:14,15:
Y esta es la confianza que tenemos en él
[Dios], que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

Le agradecemos a Dios por suplir lo que sabemos que está disponible de Sus promesas. Esta clase de oración nos ayuda a ser específicos y honestos con Dios. Y la oración con creencia trae resultados.

El próximo propósito que consideraremos es pasar tiempo en la devoción personal con Dios y en alabarle. Esto nos ayuda a edificar y a fortalecer nuestra relación con Él. Y Dios ha capacitado al creyente renacido para alabarlo a Él perfectamente por medio de la manifestación de hablar en lenguas. Hablar en lenguas es una de las dos maneras de orar que se describen en I Corintios.


I Corintios 14:15:
¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.

Orar con el espíritu es hablar en lenguas, y para el creyente renacido, hablar en lenguas es la manera de alabar a Dios perfectamente. Jesucristo predijo acerca de esto cuando dijo: «los que le adoran [a Dios], en [o por medio del] espíritu y en verdad es necesario que adoren» (Juan 4:24). El tiempo que pasamos en la devoción personal y en la alabanza nos ayuda a mantener nuestro enfoque en Dios a través del día.

Otro propósito para orar es hacer intercesión por otros—aquellos en la casa de Dios y por todos los hombres. Hacer intercesión es sencillamente orar con cuidado e interés por las necesidades de otros.


Efesios 6:18:
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el
[o por medio del] Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos [los creyentes renacidos].


I Timoteo 2:1:
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres.

Cuando queremos interceder por aquellos a quienes amamos y ni siquiera sabemos por qué orar, ¡hablar en lenguas es una maravillosa consolación!


Romanos 8:26,27:
Y de igual manera el Espíritu
[Dios] nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu [el don de espíritu santo en manifestación] mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Mas el que escudriña los corazones
[Dios] sabe cuál es la intención del Espíritu [espíritu santo en manifestación], porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Y otro propósito maravilloso para orar es acciones de gracias—sencillamente agradecer a Dios por todo lo que Él ha hecho por nosotros. Edificamos una actitud de agradecimiento, siempre agradeciéndole a Él por Sus bendiciones.


Efesios 5:20:
dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.


Colosenses 3:17:
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.


I Tesalonicenses 5:18:
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

Nuestras oraciones nos proveen una manera para pedir ayuda específica, para edificar nuestra relación con Dios y alabarle a Él, para interceder por otros y para agradecerle a Él por Sus bendiciones siempre presentes. ¡Estos propósitos nos ayudan a entender por qué oramos sin cesar!

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