Sea denodado en su creencia

Sea denodado en su creencia

Una de las cosas de mayor impacto que aprendí la primera vez que tomé la Clase fundamental del ministerio de El Camino fue la ley de la creencia. Jesucristo declaró en Marcos 11:24: «…todo lo que pidiereis orando, CREED que lo recibiréis, y os vendrá». La ley de la creencia, dicha de manera sencilla, es: lo que creemos o anticipamos, lo recibimos. En la Clase fundamental, aprendí que esta ley puede ser aplicada a cualquier categoría de la vida, incluyendo nuestras iniciativas en los negocios. Si queremos experimentar el éxito en nuestros negocios, ser denodados en nuestra creencia es un buen paso por tomar.

David, quien es descrito en la Biblia como un hombre conforme al corazón de Dios, es un gran ejemplo de alguien que fue denodado en su creencia. David quería el empleo de pelear contra Goliat. Así que, ¿qué fue lo que hizo? Él tomó una acción con creencia y denuedo y se las arregló para conseguir una «entrevista de trabajo» con el Rey Saúl. En la presencia del rey, David le dijo a Saúl confiadamente que él quería el empleo de pelear contra Goliat.

I Samuel 17:32:
Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él
[Goliat]; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.

Sin embargo, Saúl le dijo a David que no era capaz de llevar a cabo este trabajo. Y ¿qué fue lo que hizo David? ¿Decidió regresar el próximo día para ver si Saúl estaba de mejor humor? No, ¡eso no fue lo que David hizo! ¿Qué fue lo que hizo? David respondió por medio de darle su hoja de vida de denuedo.

I Samuel 17:34-37:
David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada,
salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba.
Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente.
Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo.

Saúl respondió, «Ve, y Jehová esté contigo». David obtuvo el empleo que había solicitado. Pero David no solo dijo puras palabras bonitas. Él respaldo sus palabras con resultados. De hecho, él mató a Goliat, tal como había dicho que haría.

I Samuel 17:48-50:
Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo.
Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra.
Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató….

Dios ayudó a David a prosperar en su «iniciativa de negocio». Y no sólo prosperó David en esta situación, sino la nación de Israel también prosperó porque David fue denodado en su creencia (I Samuel 17:52,53).

Recuerdo haber operado estos principios de ser denodado en mi creencia para obtener un empleo mientras servía en el programa de difusión del ministerio. Estaba trabajando en un restaurante de comida rápida cuando nuestro equipo de difusión cambió de ciudades a mitad de año. Ya que estaba familiarizado con el empleo, decidí solicitar para un empleo en un restaurante de la misma cadena en la nueva ciudad.

Entré al restaurante con un entusiasmo en mi caminar y con denuedo le dije al gerente de turno que quería trabajar allí, comenzando inmediatamente. Para mi sorpresa, ¡me dijo que no! Me dijo que el restaurante tenía mucho personal y las ventas estaban decaídas. Financieramente tenían problemas. Así que le dije: «Está bien, solicitaré empleo en el restaurante del frente». No, ¡eso no fue lo que dije! Con denuedo le informé de mis credenciales y le dije que Dios prosperaría al restaurante si me contrataba.

El gerente de turno me contrató de inmediato. Trabajé «de corazón, como para el Señor» (Colosenses 3:23) para probarle que no tomó la decisión equivocada. Respaldé mis palabras con acciones, y como resultado, recibí el premio de empleado del mes mi primer mes en el trabajo.

Unos meses más tarde, el gerente general me llamó a su oficina para reunirme con ella y el gerente del distrito. Me informaron que las ventas en el restaurante estaban bastante altas y querían saber cómo lo había logrado. Esto condujo a una gran conversación sobre cómo podemos reclamar la prosperidad que Dios está deseoso y es capaz de dar a Su gente cuando somos denodados en nuestra creencia.

¿Por qué no ser denodado en su creencia? Usted también puede tener el gozo de ver a Dios prosperar su vida y la satisfacción de inspirar a aquellos que ven su ejemplo poderoso.

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