Era un día fresco de otoño en los terrenos del Campamento Gunnison, El Rancho familiar de El Camino. El sol resplandecía en su cénit, sin una sola nube en el cielo. Yo estaba parado al final del pastizal norte, apoyándome en la valla. Respiré profundamente, contemplando la belleza del diseño de Dios: el inmenso paisaje montañoso; el arroyo que fluye; las hojas recién caídas. Cerré los ojos, atento a algún sonido. Había silencio. Parecía como si el tiempo se hubiese detenido. Hice una pausa después de la jornada completa de trabajo y me quedé en la presencia de Dios, descansando en Su paz. Hoy en día, podemos experimentar la misma paz de Dios a medida que confiamos en Él, Quien es la fuente de nuestra paz.
Jehová es la Fuente de nuestra paz porque Él es paz. Consideremos el contexto relacionado con el único uso en la Biblia del título Jehová-shalom—Jehová, nuestra paz.
Jueces 6:23 y 24:
Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.
Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.
En aquel entonces, el pueblo de Israel se había apartado de Jehová y, en consecuencia, había permitido que los madianitas les invadieran. Los madianitas, los amalecitas y otros le estaban haciendo la vida imposible a los israelitas. Se adentraron en las tierras de Israel y destruyeron todo el sustento que había allí. Israel quedó sumido en un estado de opresión y pobreza. Cuando ellos clamaron a Jehová en busca de ayuda, el Señor estuvo allí como su paz.
A un israelita llamado Gedeón, se le apareció un ángel del Señor y le dijo a Gedeón que él guiaría al pueblo de Israel a la victoria sobre los madianitas. Dios le habló a Gedeón diciéndole: «Paz [shalom] a ti; no tengas temor, no morirás».
Lo primero que Jehová le dijo a Gedeón fue: «Paz a ti». Estas palabras que le fueron habladas a Gedeón pueden traer un gran consuelo a nuestros corazones hoy en día a medida que confiamos en Dios y permitimos que Su paz tenga prioridad en nuestras vidas. Al estudiar los diferentes usos de shalom, a menudo traducido como «paz» en el Antiguo Testamento, se puede entender que esta palabra denota la ausencia de contiendas, ¡y muchas otras cosas! La palabra Shalom y la raíz de la que proviene, abarca aspectos de salud, bienestar, paz para con Dios, plenitud, sanidad completa y satisfacción. Dios está listo, es capaz y está dispuesto a traernos la liberación y la paz cuando acudimos a Él y confiamos en Él, porque Él es paz.
Dios es la Fuente de nuestra paz; Sus pensamientos acerca de nosotros son pensamientos de paz.
Jeremías 29:11:
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz [shalom], y no de mal…
Podemos tener el gran consuelo de saber que Dios tiene pensamientos de paz acerca de nosotros, ¡y no de mal! Este versículo nos puede proporcionar gran claridad mental cuando enfrentamos desafíos en la vida. De la misma forma en que los israelitas se enfrentaron a las dificultades en Jueces, capítulo 6, nosotros podemos acudir a Dios como la Fuente de nuestra paz cuando nos enfrentamos a un desafío. Podemos confiar en que Él nos ayudará a llegar a una solución pacífica. Él no piensa en mal para nosotros en ninguna situación.
Salmos 29:11:
Jehová dará su poder a su pueblo;
Jehová bendecirá a su pueblo con paz [shalom].
El deseo de Dios es fortalecernos y bendecirnos con Su paz.
Salmos 119:165:
Mucha paz [shalom] tienen los que aman tu ley,
Y no hay para ellos tropiezo.
Amar la Palabra de Dios es una gran clave para recibir la paz y permanecer firmes en la verdad de la Palabra de Dios. A medida que nuestros pensamientos perseveran en Dios, Él nos guardará en mucha paz, en gran paz. Podemos perseverar en nuestros pensamientos en Dios a medida que confiamos en Él y en Su Palabra; esto traerá paz y fortaleza a nuestras vidas.
Sean cuales sean las circunstancias de la vida, nosotros podemos experimentar la paz de Dios a medida que confiamos en Él como la Fuente de nuestra paz. De la misma manera como Jehová le habló palabras de aliento a Gedeón en un momento de angustia y desesperación, Dios nos habla a nosotros con palabras de aliento hoy día, en las páginas de Su Palabra escrita. Sin importar dónde estemos—ya sea que estemos al borde de un pastizal en el Campamento Gunnison o en nuestro día a día—podemos confesar que Dios es de nuestra paz y que Él nos dará paz. Estamos seguros de que Sus pensamientos acerca de nosotros son pensamientos de paz, ¡no de mal! A medida que perseveramos en Dios y Su Palabra en nuestros pensamientos, tendremos shalom, paz. Tendremos salud, bienestar, paz para con Dios, plenitud, sanidad completa y satisfacción.