Dios le ha dado a la humanidad libre albedrío para escoger su propio camino en la vida. Una decisión de vida es la siguiente: ¿qué sabiduría voy a seguir para guiar mi vida con ella? La Palabra de Dios habla de dos tipos de sabiduría. El tipo de sabiduría que escojamos determinará nuestra calidad de vida.
¿Cuáles son los dos tipos de sabiduría? En el Libro de Santiago, Dios expone el concepto de la sabiduría y revela los dos tipos de sabiduría que existen. El Libro de Santiago muestra que hay una sabiduría conforme al razonamiento de este mundo. También muestra una sabiduría conforme al razonamiento de Dios. Luego, se revelan los resultados—los frutos—producidos por cada tipo de sabiduría. Al examinar estos dos tipos de sabiduría y sus respectivos frutos, podemos decidir por nosotros mismos cuál sabiduría escogeremos. Veamos el primer tipo de sabiduría descrito en el Libro de Santiago.
Santiago 3:13-16:
¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta [comportamiento] sus obras en sabia mansedumbre.
Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;
porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.
Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
Tener celos amargos y contención no demostraría un patrón de acciones y emociones correctas, basadas en la Palabra de Dios. Estas son cosas que provienen de la sabiduría del mundo, la cual es terrenal—concerniente al mundo; animal—concerniente a la vida de alma, sin espíritu; y diabólica—concerniente a los espíritus diabólicos. El fruto de esta sabiduría del mundo es: celos, contención, perturbación y toda obra perversa.
El creyente mira más allá de cómo en el mundo de los sentidos se hacen las cosas y escoge la perspectiva de Dios para evitar este tipo de fruto en su vida.
Romanos 12:2:
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
En el Libro de Santiago, Dios prosigue a ofrecernos otro tipo de sabiduría para nuestra consideración y nos muestra el fruto al escogerla.
Santiago 3:17,18:
Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
La sabiduría que es de lo alto, que es conforme a Dios, es primero que nada pura. Aquí, la palabra griega para «pura» significa: casta, limpia, libre de cualquiera contaminación. La sabiduría que es de lo alto es pura. Después, ella es apacible. La raíz de esta palabra denota la ausencia de o el fin de la contención. Así como la sabiduría que no es conforme a Dios genera contención, la sabiduría que es de lo alto no tiene contención. Ella es amable, no es legalista; es justa y sensata. Y esta sabiduría es benigna.
Esta sabiduría llena de misericordia y de buenos frutos, retiene juicio cuando quizá sea merecido, y produce el fruto bueno que nuestro Padre celestial quiere que disfrutemos. Esta sabiduría es sin parcialidad o sin incertidumbre. Y es sin hipocresía—no juega un papel como un actor en un escenario, sino que es genuina.
Proverbios 24:13,14:
Come, hijo mío, de la miel, porque es buena,
Y el panal es dulce a tu paladar.
Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría;
Si la hallares tendrás recompensa,
Y al fin tu esperanza no será cortada.
La Palabra de Dios nos habla de dos tipos de sabiduría. La sabiduría del mundo guía a celos, contención y perturbación. La sabiduría conforme a Dios nos guía a lo que Dios nos ha llamado. Nos guía a una vida de calidad que está llena de buenos frutos—resultados positivos. Cuando escogemos la sabiduría que es de lo alto, podemos hacer que se vuelvan una realidad los propósitos de Dios y podemos vivir una vida positiva, llena de frutos.