Reclamar nuestros derechos como hijos de Dios

Reclamar nuestros derechos como hijos de Dios

Cuando usted se despierta por la mañana, ¿qué es lo que ve cuando se mira en el espejo? ¿Usted ve que es un hijo de Dios lleno de poder? Aquí hay algo que cada creyente renacido puede decirse al mirarse en el espejo: «Yo soy lo que la Palabra de Dios dice que soy. Tengo lo que la Palabra de Dios dice que tengo. Puedo hacer lo que la Palabra de Dios dice que yo puedo hacer».

La Palabra de Dios dice que un hijo de Dios es un heredero de Dios y un coheredero con Cristo. Un hijo de Dios es hechura de Dios, un embajador en nombre de Cristo y es más que vencedor. La Palabra de Dios dice que un hijo de Dios tiene poder y fortaleza. Tiene bendiciones, un cuerpo sanado, el ministerio de reconciliación, confianza y no tiene temor. La Palabra de Dios dice que un hijo de Dios todo lo puede en Cristo: puede tener suficiencia en todas las cosas, puede recibir respuestas a sus oraciones, puede hablar la verdad y puede estar firme.

A continuación, hay algunos ejemplos de lo que usted puede confesar y reclamar cada día como hijo de Dios renacido. Al leer los versículos de la escritura enumerados acá, vea lo que usted es, lo que usted tiene, lo que usted puede hacer y una manera en la que usted puede manifestar estas verdades.

SOY UN HIJO DE DIOS (1 Juan 3:1 y 2).

  • YO TENGO la habilidad de manifestar poder y fortaleza ante cualquier obstáculo que aparezca en mi vida (Efesios 1:19-23; 6:10 y 11).
  • YO todo lo PUEDO, porque estoy listo para cualquier cosa y capacitado para cualquier cosa, por medio de aquel que me infunde de fortaleza interior (Filipenses 4:13).
  • HOY VOY a manifestar amor en cada situación que enfrente, porque el amor nunca deja de ser (1 Corintios 13:8; 16:14).

SOY UN HEREDERO DE DIOS Y COHEREDERO CON CRISTO (Romanos 8:17).

  • YO TENGO el derecho de esperar abundancia cuando doy, sabiendo que Dios abrirá las ventanas de los cielos y derramará sobre mí bendición hasta que sobreabunde (Malaquías 3:10).
  • YO PUEDO vivir con la suficiencia de Dios en todas las cosas, porque sé que Él suplirá todo lo que me falte (2 Corintios 9:8; Filipenses 4:19).
  • HOY VOY a ser un dador alegre y reclamar la vida sobreabundante por la cual Jesucristo dio su vida (2 Corintios 9:7; Juan 10:10).

SOY HECHURA DE DIOS (Efesios 2:10).

  • YO TENGO un cuerpo formidable y maravillosamente hecho, el cual fue sanado por las heridas de Jesucristo (Salmos 139:14; 1 Pedro 2:24).
  • YO PUEDO acudir a Dios, mi Padre celestial, en cualquier momento del día con toda mi ansiedad, porque sé que Él responderá mis oraciones (1 Pedro 5:7; Salmos 86:7).
  • HOY VOY a reclamar un cuerpo sano y dominio propio (3 Juan 2; 2 Timoteo 1:7).

SOY UN EMBAJADOR EN NOMBRE DE CRISTO (2 Corintios 5:20).

  • YO TENGO el derecho y el privilegio de reconciliar a las personas con Dios (2 Corintios 5:18-20).
  • YO PUEDO hablar la verdad en amor con denuedo y crecer (Efesios 4:15).
  • HOY VOY a salir de mi casa con mis hermosos pies para predicar el evangelio de paz y llevar buenas nuevas a este mundo (Romanos 10:15).

SOY MÁS QUE VENCEDOR (Romanos 8:37).

  • YO TENGO confianza y no tengo temor, porque sé que Dios nunca me desamparará ni me dejará (Efesios 3:12; Hebreos 13:5 y 6).
  • YO PUEDO estar firme y constante en la verdad de la Palabra de Dios a medida que crezco en mi servicio para Él (1 Corintios 15:58).
  • HOY VOY a esperar la victoria en la competencia espiritual de la vida con una sonrisa en mi rostro y con un corazón alegre (Efesios 6:12; Proverbios 15:13).

El compromiso de «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos» (Romanos 10:9) le da a usted acceso a todos los derechos y privilegios de un hijo de Dios. Usted es lo que la Palabra de Dios dice que usted es. Usted tiene lo que la Palabra de Dios dice que usted tiene. Usted puede hacer lo que la Palabra de Dios dice que usted puede hacer.

¿Qué reclamará usted hoy como hijo de Dios?

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