A menudo he oído decir que hay cantantes que toman una canción y «la han hecho suya». Ellos tomaron una canción que se había hecho anteriormente y poniéndole un toque personal: «la hicieron suya». A veces puede ser que oiga a los cristianos decir que uno debe: «apropiarse de la Palabra de Dios». Indaguemos qué significa apropiarse de la Palabra, examinando lo que no es, lo que es, y cómo apropiarnos de ella en la práctica.
Empecemos nuestra investigación acerca de lo que significa apropiarnos de la Palabra por medio de examinar lo que no es. Apropiarse de la Palabra no consiste en encontrar algo nuevo, significa apropiarse personalmente de las verdades de la Palabra que hemos adquirido mediante la enseñanza o el estudio. No se trata de adaptar la Palabra de Dios a nuestro gusto, sino de comprenderla para retenerla con firmeza y luego adaptar nuestra vida a lo que dice.
Ahora que comprendemos con mayor claridad lo que no es, veamos lo que significa apropiarnos de la Palabra. Hay dos versículos magníficos de la parábola del sembrador y la semilla que describen las características de una persona que se apropia de la Palabra. El primer versículo es Lucas 8:15.
Lucas 8:15:
Más la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto, retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.
En este versículo vemos que hay quienes tienen un corazón bueno y recto, y retienen la Palabra oída. La palabra «retienen» en este versículo significa «tener y retener, asir firmemente». Nosotros no soltamos la Palabra que hemos recibido. La retenemos con firmeza. Como dice en 1 Tesalonicenses 5:21, «Examinadlo todo; retened lo bueno».
El siguiente versículo que consideraremos está en Mateo.
Mateo 13:23:
Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
«Entiende» en este versículo significa comprender, reflexionar moralmente, guardar en el corazón, ocuparse seriamente del objeto.
A la luz de estos versículos, apropiarnos de la Palabra involucra hacer el esfuerzo de comprender, reflexionar moralmente, y guardar en el corazón las verdades que encontramos en la Palabra de Dios para así poder retenerlas firmemente en nuestros corazones y para que nuestras vidas den fruto a medida que actuamos según estas verdades. Apropiarnos de la Palabra implica hacer lo que sea necesario para estar plenamente convencidos de la verdad.
Entonces, ¿qué podemos hacer en la práctica para apropiarnos de la Palabra? Un ejemplo reciente de esto sucedió en mi propia vida después de escuchar una enseñanza en particular de la Biblia. El maestro había enseñado sobre algunas de las características de una persona que mira por lo de los otros. Yo quería realmente ver que lo que había sido enseñado se hiciera realidad en mi vida. Yo sentía que no siempre había hecho un buen trabajo mirando por lo de los otros, y me entusiasmaba ver cómo obraría Dios en mí a medida que yo decidiera apropiarme de Su Palabra en esta categoría de mi vida. Fui a casa y estudié la Palabra que había sido enseñada en esa reunión. La estudié con el deseo de ver cómo podía aplicarla en mi propia vida. A medida que estudiaba los distintos lugares en la Palabra donde se encontraba este tema, desarrollé una mayor apreciación por ella, y comencé a ver cómo Jesucristo y Pablo y otros discípulos habían aplicado esta Palabra en sus vidas. Mientras pasaba mis días en el trabajo mirando deliberadamente por lo de los otros y aplicando las cosas que había estado estudiando, vi que estaba empezando a desarrollar mejores relaciones con mis compañeros de trabajo. Después de varias semanas de estar haciendo esto, mi supervisora inmediata, con quien yo había estado desarrollando una mejor relación, me pidió que fuera a verla a su oficina. Estando allí, ella abrió su corazón, me compartió una situación de su vida, y me pidió que orara por ella y por su situación, porque ella creía que marcaría una diferencia. Me maravilló ver cómo el haberme apropiado de la Palabra en esta categoría, me había llevado al punto de poder orar por mi compañera de trabajo y ayudarla con una situación personal. ¡Apropiarme de la Palabra me estaba ayudando a dar buen fruto!
Así que ahora tenemos una comprensión más clara de lo que significa apropiarnos de la Palabra. Hemos visto lo que no es, acudimos a la Palabra para ver lo que es, y luego vimos un ejemplo de cómo podemos apropiarnos de la Palabra en la práctica. Estamos preparados para apropiarnos de la Palabra, apropiémonos personalmente de las verdades de la Palabra y entendamos la Palabra, para que podamos retenerla con firmeza y adaptar nuestras vidas a lo que dice.